La composición de los muros de los bancales parece hacerse siempre a través de los materiales situados en las inmediaciones. Así, los cantos rodados de basalto aparecen a lo largo de todo el cauce, mientras que la toba, más rectangular y ligera, solo parece utilizarse en las inmediaciones de las canteras de donde se extrae.
Así, si las piedras utilizadas para crear los muros de contención parecen estar sujetas a una íntima economía de cercanía, en esta ecuación los compuestos más distantes son las tierras fértiles, procedentes de las medianías.
El sistema para construir las fincas comenzaba con la sorriba, es decir, se desmontaba y abancalaba un trozo de ladera y se colocaba encima de la terraza una cama de piedras cuya finalidad era facilitar el drenaje. Sobre este empedrado se depositaba la tierra de préstamo (suelos traídos de la medianías de la isla, de alta fertilidad y muy ricos en humus). Finalmente se establecía la infraestructura de riego (acequias y canales) y se plantaban las vides, cañas de azúcar o plataneras.
En ocasiones los muros que contenían las tierras no están articulados de manera homogénea, sino que utilizaban distintas técnicas , formando horizontes materiales diversos. En estos casos, se sitúan siempre los materiales más pesados abajo y los más livianos arriba...